LA PRÓSTATA

Es una glándula localizada dentro de la pelvis, en íntima relación con otras estructuras como la base del pene y uretra, le vejiga, el recto y las vesículas seminales; su función es la producción de sustancias incorporadas en el líquido seminal necesarias para la reproducción. La uretra, que transporta orina y semen fuera del cuerpo, atraviesa la próstata.

La próstata se divide en cuatro regiones, de las cuales la posterior, accesible desde el recto, es la más propensa a desarrollar cáncer.

FUNCIONAMIENTO

La próstata tiene un rol fundamental en la reproducción masculina, pues genera el líquido que alimenta y transporta a los espermatozoides. También genera anticuerpos que protegen al semen y al tracto genitourinario.

PADECIMIENTOS DE LA PRÓSTATA

HIPERPLASIA PROSTÁTICA

La dificultad para orinar es un síntoma anormal que indica una falla en algún segmento del tracto urinario; la próstata suele ser la causa más común en hombres maduros, pero lo más común es que obedezca a una Hiperplasia Prostática.  La próstata es una glándula que suele crecer conforme pasan los años especialmente después de los 50; hasta 1 de cada 3 hombres contrae esta enfermedad, que puede tratarse con cambios en el estilo de vida y, en algunos casos con medicamentos y cirugía.

PROSTATITIS

La prostatitis es otra enfermedad prostática frecuente, incluye una amplia gama de síntomas asociados con infecciones o inflamación de la próstata. Afecta sobre todo a hombres entre los 25 y 50 años; sus síntomas varían de caso a caso pero pueden incluir: dificultad para orinar, dolor e incomodidad en los testículos, abdomen bajo, ano o entrepierna. Algunos casos son curables, otros se controlan de forma crónica.

CÁNCER DE PRÓSTATA

El cáncer de próstata es el crecimiento sin control de las células en la próstata. Este crecimiento desordenado puede limitarse a la próstata o expandirse a otras zonas del cuerpo, particularmente los huesos de la pelvis. Suele crecer lentamente por lo que  si se detecta y trata a tiempo, su impacto puede ser mínimo. La enfermedad puede ser asintomática pero cuando desarrolla síntomas, se presenta como dificultad para orinar, sangrado en la eyaculación o dolor pélvico. La mejor manera de detectarlo oportunamente es mediante revisiones programadas a partir de los 45 años.

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